Parece como si en los días de fiesta que vivimos se hubiera puesto de acuerdo el destino en recordarnos que no somos nada, o que tal vez podemos ser mucho a la vez...
Sólo una canción podía describir mejor aquellas olimpiadas. Para los que tenemos imágenes en nuestra cabeza pero no recordamos demasiado de aquel verano del 92 estas imágenes deben ser servir para mantener viva aquella llama que se encendió gracias a un arco y una flecha y que aunque ayer nos dejara el artifice de todo aquello tengamos en cuenta que esa llama no debe apagarse...
Mañana de domingo diferente
Posted: lunes, 19 de abril de 2010 by Miguel (Candy) in Etiquetas: vivenciasChema y Candy son dos personas de costumbres "algo raritas" pensarán muchos. Un domingo se levantan a las 8 de la mañana para correr una carrera "popular", bajo un manto de nubes grisáceas y una temperatura desagradable.Tras desperezarse y comer algo ya estábamos listos para nuestro particular reto. Antes de tomar la salida realizamos los pertinente estiramientos, esos que siempre piensas que no sirven de mucho pero como era nuestra "primera vez" no queríamos "liarla parda" como la del vídeo. Una vez en ya en la salida el calor de la multitud consoló un poco nuestra hipotermia mientras nos preguntábamos si faltaba mucho para echar a andar.
Km 1-3. Al fin dieron la salida, un señor con un micrófono animaba a los corredores de una manera un tanto forzada mientras Chema y yo nos poníamos al fin en marcha. Mis primeros minutos transcurrieron con calma, las sensaciones eran buenas, no había cansancio ni fatiga y mis pulmones estaban cargados de oxígeno. Cuando aún parecía que no habíamos hecho más que comenzar llegamos al cartel de Km 1 ¿Ya? Comentamos ambos mientras proseguíamos nuestra marcha. Poco a poco fuimos adelantando corredores. Chema tomó la iniciativa y yo me dediqué a seguirle. Su ritmo era exigente pero el necesario para la situación. ¿Podríamos continuar ambos así hasta el final?
Km 3-6. La respuesta a la pregunta no tardó en llegar. Transcurríamos por la avenida de Ramon y Cajal (Justo al lado de mi casa) cuando noté que me faltaba algo... Miré a mi derecha e izquierda intentando divisar aquella rojiza cabellera pero de repente ya no estaba. ¿Qué le habrá pasado a chema? No dejaba de preguntarme eso mientras continuaba constante con mi ritmo. Las dudas comenzaban a asaltarme ¿Le habrá ocurrido algo? Traté de convencerme de que estaría bien y me centré en mi camino. Debía llegar a la meta solo. Ahora tan sólo estaba yo, y la carretera pero el ritmo exigente de Chema había hecho estragos. Las piernas comenzaban a notar la fatiga y la respiración costaba cada vez más. Aún así traté de seguir a buen ritmo y pensar lo menos posible en el cansancio. "Sólo mira hacia adelante", me conciencié...
Km 6-9'200m. Dicen que el 50% de un buen deportista está en la mente y creo que hasta ayer no sentí realmente lo que era aquello. El paso de los kilómetro se hacía cada vez más y más lento. Parecía que para andar lo mismo que antes necesitaba el triple de esfuerzo y mis pulmones comenzaban a ahogarse sin flotador ni nada por estilo para salvarlos. La soledad del corredor comenzaba a hacerse patente, por primera vez en la carrera eran otros los que me adelantaban a mí... ¿Habría llegado al límite? Confieso que pensé en algún momento detenerme para omar aire pero no lo hice. En cambio, aminoré algo el ritmo para poder tomar oxígeno en cantidades industriales... Parecía que la estrategia funcionaba, volvía a respirar con algo más de normalidad y el cartel de 8Km me hizo pensar que tan sólo faltaba 1... En esas estaba cuando llegó la cuesta arriba. Teníamos que pasar sobre el puente de las vías del tren ¿Quien diablos necesita trenes? pensé en aquel dichoso momento. Con 8 kilómetros y medio a mis espaldas las piernas me parecían plomo ¡Ay como duele! Cuando llegué a lo alto del puente pensando que haría el resto del camino casi andando sentí lo que todo iría cuesta abajo, y no sólo literalmente. Divisé al fondo las pistas de atletismo de San Pablo y como por arte de magia mi mente comenzó a tener pensamientos positivos: Ya estoy ahí, tengo que acabar lo mejor posible, lo voy a conseguir...
Como cuando formateas un ordenador y de repente todo funciona a la perfección y de manera fluida volví a tener fuerza en las piernas. Mi mente sólo veía aquella meta y la respiración poco importaba ya. El cartel de 9KM casí pasó inadvertido para mí y de nuevo volvía a ser yo el que adelantaba corredores. La entrada en las pistas fue un "subidón". Unos pocos aficionados nos aplaudían con entusiasmo mientras me decepcioné al comprobar que había de darle una vuelta completa a toda la pista para llegar a la tan ansiada meta. Poco importó, las piernas ya iban solas como cuando vas a 100km/h con el coche y lo pusieras en punto muerto. Para mi sorpresa el resto de corredores no esprintaban ¿Tan mal iban? ¿No podían, no querían? Que más daba yo estaba dispuesto a llegar allí lo antes posible y si podía hacerlo antes que el máximo de gente posible MEJOR. Por fin.... LA GLORIA. Lo había conseguido, y seguramente tan sólo quedaría entre los mil primeros de aquella multitud pero lo había conseguido pero desde hacía tiempo no me sentía tan realizado...
Creo que ayer aprendí una lección y es que no hay nada como lograr un reto impuesto por tí mismo, y cuanto más te cueste mayor es la recompensa final. Seguramente todos los sabemos, nada nuevo bajo el Sol, pero cuando lo sientes en carne propia es cuando realmente toda explicación cobra sentido. ¡Por cierto! Chema llegó poco después y tal como pensé: ¡Estaba en la cola de las coca-colas! Gran compañero el mío ayer, aunque sólo fuera durante 3 kilómetros, compartimos algo que durará algo más.... ¡Las agujetas de hoy!
¡¡Nueva promocion del carnet jóven!!
Posted: sábado, 17 de abril de 2010 by Miguel (Candy) in Etiquetas: CríticaNótese el tono irónico (o sarcástico) de las líneas anteriores. ¿Nadie piensa hacer nada al respecto? ¿Nadie piensa quejarse de que con el dinero público se sigan subvencionando estas actuaciones? Sigamos dejando de educar a los más jóvenes en valores como el amor, el compromiso o la sinceridad y seguiremos donde estamos, en una sociedad donde la vida de alguien vale aproximadamente igual que el 25% de un billete de renfe, o el 30% de la estancia en un hostal....
¿Historia de desamor?
Posted: miércoles, 14 de abril de 2010 by Miguel (Candy) in Etiquetas: HistorietasHabía una vez un pato que no sabía en que estanque nadar. Mientras lo decidía una bella patita apareció y entre "cua cuas" le comentó que porque no nadaban juntos en su estanque. Era de agua limpia y cristalina ¡Y para colmo no estaba demasiado fría! El paraje de aquel estanque era espectacular. Dos grandes montes se erigían a los pies del mismo. En lo alto de uno de ellos existía una de las mejores estructuras que había visto el mundo animal. Rápidamente, nuestro protagonista quedo prendado de aquel bello lugar. Fueron pués nuestros tortolitos juntos a nadar cuando, él, cayo en la cuenta de que se hacía tarde. Caía la tarde y su familia debía estar preocupada por él en su estanque familiar, no demasiado lejos de aquel otro bello paraje. Con la promesa de visitarse mutuamente cada cierto tiempo nuestros protagonistas, no sin mucha pena, tuvieron que dejarse, pero la ilusión y la llama del amor acaba de encenderse...
Cada uno sentía a cupido a su manera. Con su propia personalidad cada uno comenzó a entender al otro en un esfuerzo por mantener por mucho tiempo aquella empatía que iba surgiendo lenta pero firmemente. Pero ocurrió entonces (todo cuento tiende a torcerse ¿no?) que nuestro patito comenzó a no recordar bien las enseñanzas de sus familiares y amigos patos. Comenzó a comportarse de manera extraña, ya no disfrutaba nadando en su estanque "de toda la vida", se perdía muchas veces camino del estanque de su amada porque comenzaba a olvidar el camino, y ¡¡lo más horrible de todo!!, comenzaba a hacerse un pato adulto. Ahora nuestro protagonista empezaba a tomar decisiones de peso en su vida cosa que no había experimentado jamás. Sintió miedo, desorientación, quiso romper con todo, luego con nada... Finalmente la decisión estaba tomada... no quería seguir nadando con ella... tal vez sea lo mejor ¿O no? Afrontar los problemas, o borrarlos de un plumazo, que más da, él quería seguir sintiendo la libertad de nadar en el estanque que le diera gana, como había hecho toda la vida... y no le gustaba esa idea de crecer y hacer aquello todo pato está destinado a hacer, él debía ser un pato distinto...
Sin embargo, las dudas de si había hecho lo correcto no tardarían en llegar... ¿Era ya tarde? ¿Será capaz de tomar su propio rumbo? ¿Seguirá acordándose de él aquella hermosa patita? ¿Podrá ser capaz de apaciguar ese ansia de libertad y nadar en aguas del compromiso?
Las respuestas están aún por escribir....
El vínculo radiofónico
Posted: martes, 13 de abril de 2010 by Miguel (Candy) in Etiquetas: reflexionesVoz cálida, con personalidad propia, de esas que ya hoy en día no se escuchan en casi ninguna parte. Sin pelos en la lengua y siempre del lado del más débil. Enciclopedia andante del deporte, 40 años a sus espaldas hablando y documentándose (cosa no muy común hoy día) sobre cualquier deporte. Era capaz hasta de hablar hasta de un campeonato de petanca y lo más increible: con mucho criterio.
A mis 22 añitos, y con poca experiencia en lo que a la radio española se refiere siento como si me hubieran quitado un pedazo de mí. Como si esa persona a la que nunca has visto hubiera sido tu compañero de viaje las mañanas de lunes a viernes estos últimos 2 años. Porque supongo que como yo, miles de oyentes sentirán un pequeño vacío estos días no puedo más que apagar esta semana la radio camino al trabajo en señal de duelo.
Descanse en paz: Juan Manuel Gozalo